Editorial Revista Seamos Libres octubre-noviembre
El próximo 28 de octubre los argentinos deberemos elegir presidente. De un lado, el Proyecto Nacional que encarna Cristina Fernandez y, del otro, los sectores conservadores, la oligarquía, la antipatria y la izquierda liberal. Pero sabemos que hay mucho por hacer, sabemos que no puede haber continuidad en el Proyecto Nacional sin profundización del mismo hacia una justicia social plena, hacia una redistribución de la riqueza, hacia un Estado grande y presente en cada rincón del país. En ese contexto, los militantes populares tenemos una gran tarea y es la de no permitir que la antipatria intente usar la Ciudad de Buenos Aires como cabecera de playa. Sabemos que muchos compañeros del campo nacional y popular no han estado a la altura de las circunstacias y a pesar de sus convicciones se han buracratizado y reproducidos practicas clientelares tipicas de punteros polticos. Nos enfrentamos a un escenario difícil: el macrismo gobernará la Capital Federal por los próximos cuatro años. Pero Mauricio Macri ganó con un discurso "progre": ser coherente entre ese discurso y su esencia neoliberal y antipopular le será, al menos, difícil de lograr. El Ingeniero y su futuro equipo sutilmente comenzaron, luego de la victoria electoral, a dejar trascender declaraciones poco felices de las que después tuvieron que retractarse o modificar. Por ejemplo, que si fuese necesario habría que subir los impuestos de ABL y que echaría a empleados públicos que no "trabajen eficientemente". Eso no es todo. Quien escribe pudo comprobar de buena fuente que los asesores del macrismo en la Legislatura porteña, ningunean permanentemente la política de Derechos Humanos que el gobierno nacional lleva adelante y expresan que esa política es parte del pasado. Un ejemplo claro: el ex centro clandestino de detención y tortura "El Olimpo" es hoy un predio para la memoria gestionado por el gobierno de la Ciudad y diversos organismos de DD. HH. El macrismo cree que en el futuro cercano el Olimpo debería convertirse en una escuela de oficios. Eso no estaría mal si no fuera que se trata de un claro golpe a nuestra Historia y a los sitios de la Memoria. Pero se entiende esta propuesta como una solución intermedia: la coyuntura no lo habilita a construir un shopping en el lugar. Eso no sería "progre". Eso es el macrismo. Náuseas causa. Es entonces que los militantes populares de la Ciudad deberemos estar a la altura de las circunstancias. Deberemos consolidar una oposición con las convicciones necesarias para no permitir que la antipatria avance en nuestra hermosa Ciudad. Por eso el 28 de Octubre ¡Cristina Presidenta! ¡A profundizar los cambios hacia una patria libre, justa y soberana!.-
martes, 23 de octubre de 2007
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